Caso Dalmaso

Investigan el entorno de la mujer estrangulada en un country de Río Cuarto



La Policía tomó testimonio a varias amigas y al esposo de Nora Dalmaso, de 51 años, asesinada el sábado con la cinta de su bata. La víctima tuvo sexo poco antes de morir y su cuerpo apareció semidesnudo sobre una cama. En la casa faltaba un teléfono celular de la mujer. Sospechan de un crimen pasional.



Clarín.com




La investigación del crimen de Nora Dalmaso (51), la esposa de un prestigioso médico cordobés asesinada con el lazo de una bata en su casa, una lujosa residencia ubicada en el Villa Golf Club, en la ciudad de Río Cuarto, impuso esta mañana un ritmo más acelerado con la toma de declaración a varias amigas y al marido de la víctima.

Fueron 16 las conocidas de la mujer que brindaron testimonio, además de haberse recibido un informe sobre las llamadas que se hicieron y recibieron en un teléfono celular que fue hallado en la casa. Los investigadores también esperan por registros similares correspondientes a otro teléfono que pertenecía a la víctima, pero que no fue encontrado.

El caso todavía es confuso y está lleno de misterio. Ni las amigas ni el esposo de Nora Dalmaso brindaron demasiados detalles que pudiesen orientar hacia un móvil más preciso, aunque hasta el momento, el más fuerte parece ser el pasional.

Una pericia concluyó que la mujer tuvo sexo poco antes de morir, y también se determinó que una de las puertas de entrada a la casa estaba abierta. Otra de las trabas con las que se encontró la investigación, fue la falta de imágenes del equipo de seguridad de entrada al barrio, ya que, según se informó, habría estado fuera de servicio desde hace más de una semana.

Por otra parte, la Fiscalía General de Córdoba dispuso que, ante la complejidad del crimen, sean dos los fiscales que lo investiguen. De este modo, Fernando Moine trabajará junto a Javier Disanto, según lo ordenado por el jefe de los fiscales de la provincia, Gustavo Vidal Lascano.

Nora Dalmaso apareció estrangulada en una de las habitaciones de la planta alta de su casa, tendida sobre la cama de su hija, semidesnuda, con la cinta de su bata con varios nudos alrededor de su cuello.

El marido de la víctima es Marcelo Macarrón, un reconocido y prestigioso médico traumatólogo que estaba de viaje en Punta del Este jugando al golf. El matrimonio tiene dos hijos: una chica de 16 años, que está en viaje de estudios en los Estados Unidos.

Y un varón que cursa el primer año de una carrera en la Universidad Nacional de Córdoba y tampoco estaba en la ciudad esa noche.

El cuerpo se descubrió pasada la media tarde del domingo. Un vecino, médico y amigo del esposo de la víctima, alertado por algunos familiares de que Nora Dalmaso no respondía a los llamados telefónicos, decidió entrar a la vivienda por el patio. Encontró la puerta cerrada, sin llave ni signos de haber sido violentada.

En la recorrida, el vecino fue a la parte superior de la amplia casa de estilo colonial. En el dormitorio de la hija del matrimonio halló a la mujer tendida sobre la cama, ya sin vida. Llamó a la Policía de inmediato.

De acuerdo a los primeros informes médicos, Dalmaso fue estrangulada unas 36 horas antes del hallazgo, es decir en la madrugada del sábado, y en el mismo lugar donde se encontró su cuerpo. No había signos de violencia en la habitación ni de defensa en su cuerpo.

Dalmaso fue vista con vida por última vez la noche del viernes, compartiendo una cena con amigas en un restaurante ubicado en pleno centro de Río Cuarto. Esa noche de tormenta, además, hubo otra fiesta.

Nora Dalmaso formaba parte de la conducción de la empresa de Servicios Sociales Grassi, en Río Cuarto, cuyo dueño mayoritario es Jorge Grassi, cuñado de la víctima. Se trata de una de las empresas más sólidas y pujantes de esa localidad. Es una firma que brinda servicios de sepelios, tiene consultorios médicos externos y farmacias propias en la ciudad.

Una especulación de los investigadores sostiene que la mujer pudo haber muerto por accidente, en medio de un juego sexual extremo, en el que a la persona le gusta ser asfixiada mientras mantiene relaciones, para luego sentir "el placer" del oxígeno que vuelve al cuerpo cuando le liberan las vías respiratorias. El lazo alrededor del cuello y la ausencia de rastros de violencia alimentan esa posibilidad.

Daniel Lacase, amigo de Nora Dalmaso y de su marido, sostuvo que no hay que descartar ninguna hipótesis, y dijo: "No queremos aventurarnos. No sabemos hacia dónde se tiende a investigar, pero vamos a aportar todo para que se esclarezca el crimen, sea pasional o no". Lacase, además, negó en manifestaciones a Radio Spika que existiera una crisis matrimonial entre Macarrón y Dalmaso.